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Aspectos políticos en la construcción del Socialismo



Por Luis R Delgado J

El debate del Socialismo es complejo ya que requiere la atención de diversos puntos de interés, por esto la temática no debe ser abordada con una óptica unilateral y reduccionista.

Este debate para que sea útil, debe esforzarse en definir y delinear algunas propuestas programáticas en los distintos planos donde se desarrolla de forma desigual y combinada la Lucha de Clases; el plano económico, político, cultural y moral, todos necesarios para la construcción del Socialismo para este nuevo siglo.

A continuación resaltaremos algunos de los aspectos políticos (sin pretender abarcarlo todo ni agotar la discusión) que deben caracterizar el transito al Socialismo:

Toda revolución es un proceso de agudización de la Lucha de Clases, que se desarrolla simultáneamente pero con desigualdad de ritmos en el plano político, económico y cultural. La Lucha de Clases en las puertas del socialismo, en su clímax, es una guerra a muerte entre una clase dominante y explotadora que arrastra otros sectores privilegiados, contra las clases dominadas que buscan erradicar toda forma de explotación, dominación y subordinación.

En un primer momento las fuerzas revolucionarias y populares deben convertirse en un Contra-Poder, y simultáneamente trabajar por conquistar el Poder del viejo Estado, para iniciar su proceso de extinción (desmontaje gradual de la vieja burocracia y los viejos aparatos coercitivos) y transformación en uno nuevo.

Dichas fuerzas revolucionarias que conforman al sujeto o los sujetos históricos que pueden acometer la tarea histórica de construcción del Socialismo, deben organizarse en torno a un partido o partidos políticos que expresen sus intereses de clase y sectoriales, a su vez deben estar organizadas en poderosos movimientos sociales sectoriales (femeninos, estudiantiles, juveniles, obreros, campesinos, indígenas etc.). Se trata de la necesaria existencia de una vanguardia organizada no desligada de las masas, un estado mayor que dirija las acciones revolucionarias, una dirección colectiva del proceso de transformación social.

Lo que la teoría revolucionaria definió como la Clase Obrera, junto a las demás Clases y sectores trabajadores (Campesinos, Empleados, Profesionales y Técnicos, Militares Patriotas, Artistas, etc.) siguen siendo el sujeto histórico fundamental de transformación, pero además se le suman factores sociales transversales tales como: las mujeres oprimidas y doblemente explotadas por el capitalismo y el patriarcado, los jóvenes marginados por la sociedad adulto-céntrica, las minorías étnicas subordinadas a las culturas oficiales fundamentalmente pro-occidentales, los defensores consecuentes del medio ambiente, los excluidos y marginados entre otros actores sociales, los cuales deben organizarse en torno a partidos y movimientos sociales revolucionarios como condición sine qua non para avanzar en la construcción del Socialismo, recordemos que Lenin afirmaba que la principal arma de los explotados y explotadas es la Organización.

Una vez que se conquista no solo el Gobierno sino también el Poder del Estado, es imprescindible desarrollar la Democracia Participativa Revolucionaria y la construcción del Poder Popular, el cual busca fundamentalmente acercar y fusionar de nuevo la esfera social de la esfera política, lo anterior se traduce en dar al pueblo que ha sido oprimido, el Poder de decisión, y el Poder de control en la ejecución de las decisiones o ejercicio directo de la gestión.

En este sentido, en la primera etapa de construcción del Poder Popular, se debe combatir de forma especial y contundente la corrupción, el burocratismo, el nepotismo, el clientelismo, vicios peligrosos incrustados en las entrañas de la burocracia de los Estados Capitalistas, responsables del desangramiento de recursos necesarios para erigir la nueva sociedad, de la reproducción de vicios inherentes al capitalismo, de la desorganización y desmoralización de las masas populares.

El Poder Popular tiene a su vez entre sus principales objetivos reconstruir de nuevo la geografía interna con el fin de adaptarla a las nuevas realidades socio-políticas vividas, en este sentido debe desarrollar un plan de disminución de las asimetrías del Campo y la Ciudad, elemento que contribuye a disminuir las diferencias producto de la División Social del Trabajo. Otro elemento importante en el caso de los países periféricos es la erradicación progresiva de los cinturones de miserias por urbanismos acordes al desarrollo pleno del ser humano y el medio ambiente.

Este Poder Popular debe garantizar en todo momento de manera eficiente los servicios básicos (Salud, Educación, Seguridad, Vivienda, etc.) necesarios para el desarrollo de la sociedad en general, ya que en la medida que se desarrolla el transito al Socialismo la sociedad poco a poco va aumentando sus niveles de auto-administración y autogestión de sus propios recursos. Hay que aclarar que la gratuidad de estos servicios básicos no es garantía de existencia del Socialismo, porque muchos Estados Capitalistas han facilitado dichos servicios, el Socialismo requiere una profunda transformación de las relaciones de producción y jerárquicas de la sociedad.

Por otro lado, el Poder Popular debe desarrollar una nueva doctrina militar que se basa fundamentalmente en el concepto del Pueblo en Armas, como máxima garantía del mantenimiento de la Revolución y la protección de las conquistas sociales alcanzadas, esto se debe a que los ejércitos profesionales son propensos a convertirse en élites y monopolizando el poder de la violencia de una sociedad pueden en cualquier momento erigirse sobre ella.

El Pueblo en Armas como sostén de la defensa integral de la patria socialista, debe proteger a la revolución tanto de los enemigos internos, es decir, la oligarquía o gran burguesía local y todos los sectores sociales que la siguen; como de los enemigos externos, expresados fundamentalmente en los Estados imperialistas (dirigidos por las Corporaciones Transnacionales) y en los Estados títeres en la región.

El Poder Popular para desarrollarse debe estar presente en todos los ámbitos de la sociedad, en las comunidades, en los centros de trabajo, en los espacios culturales, en los centros de estudio, en los medios de comunicación, en las instituciones, en el campo y en la ciudad, es el Poder de la sociedad para organizarse a sí misma.

El Estado Socialista debe ser de nuevo tipo, porque por primera vez en la historia va a estar en favor de las grandes mayorías, debe ser flexible y abierto a la participación social para no perder su carácter provisional, recordemos que el Socialismo tiene como objetivo estratégico la abolición del Estado (para dar paso a la Sociedad Comunista), como institución histórica que se encuentra sobre la sociedad, que la controla y organiza desde “arriba”.