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Una pérdida decisiva para Israel



x Mousa Abu Marzuk

Los objetivos de Israel en su guerra contra Gaza se establecieron mucho antes de que la iniciara: Eliminar el Movimiento y el Gobierno de Hamas, lograr la reinstalación del dirigente de Fatah, Mahmoud Abbas, en Gaza, y poner fin a la resistencia armada. Otros dos objetivos no se anunciaron. En primer lugar, restablecer la vacilante confianza de la opinión pública israelí en sus fuerzas armadas tras su derrota a manos de Hezbola en el 2006. En segundo lugar, impulsar el gobierno de coalición en las próximas elecciones.

En consecuencia, declaramos que Israel perdió, y perdió con rotundidad. ¿Qué logró? El asesinato de un gran número de civiles, niños y mujeres, y la destrucción de viviendas, edificios ministeriales y otras obras de infraestructura, con el más avanzado armamento estadounidense y otras armas químicas y fósforo prohibidas internacionalmente. Casi 2.000 niños fueron asesinados y heridos en la desesperada búsqueda de objetivos políticos. Muchas organizaciones internacionales catalogaron estos ataques como crímenes de guerra, sin embargo, apenas una palabra de denuncia fue pronunciada por ningún líder occidental. ¿Qué mensaje quiere enviarle la Unión Europea a los Palestinos con su ignominioso silencio sobre estos crímenes, cuando habla incesantemente sobre derechos humanos?

En todo caso, las últimas tres semanas, y los anteriores 18 meses, han demostrado que los Palestinos jamás pueden ser quebrados ni por hambre, ni por asfixia económica, ni por un brutal ataque. Los líderes europeos tienen una sola opción: Reconocer el resultado de un proceso democrático que ellos mismos habían pedido y apoyado.

La agresión no consiguió socavar ni debilitar al gobierno dirigido por Hamas, ni volver a los Palestinos en contra de Hamas. En todo caso, el apoyo del público es más fuerte que nunca en Palestina y en todo el mundo. La capacidad militar de Hamas tampoco ha sido dañada. Esto explica por qué Israel fue corriendo a firmar un extraño acuerdo con los EEUU para poner fin a que lleguen armas a Hamas. Está condenado al fracaso. Como declararon el ex jefe del Estado Mayor israelí, Moshe Ya'alon y Binyamin Netanyahu, las fuerzas israelíes no han alcanzado sus objetivos.

¿Por qué se le permite a Israel un flujo continuo de las armas más letales, incluidas armas prohibidas, mientras que a los movimientos de resistencia nacional se les niegan los medios de defensa? Las Leyes Internacionales permiten a las naciones ocupadas resistir a sus ocupantes, y es un derecho que tenemos el propósito de aprovechar al máximo.

Israel debe aceptar la realidad de que es incapaz de romper la resistencia Palestina. Del mismo modo, Europa debe aceptar que el retorno Abbas sobre un tanque israelí no es una opción.

Tampoco se trata de ganar por medio de la "diplomacia" lo que el poder militar israelí no ha logrado obtener por la fuerza. Afirmar que todas las ayudas para la reconstrucción de Gaza deben pasar por el gobierno ilegal de Salam Fayyad sugiere no hay fin para la explotación de los Palestinos por parte de terceros. Nosotros no dejaremos nunca de buscar la unidad nacional, pero no permitiremos que sea alcanzada a costa de comprometer los derechos de los Palestinos.

Y al presidente Obama le decimos: La ola de esperanza que se produjo con su elección ha quedado muy amortiguada por su silencio sobre la masacre de Gaza. Esto fue agravado por su declaración previa a las elecciones tomando partido por los colonos israelíes de Sderot. Usted haría bien en conocer la historia de los lugares de los que habla. Sderot, que puede ser conocido por algunos como una ciudad israelí, se encuentra sobre las ruinas de Najd, una villa Palestina saqueada en mayo de 1948 por bandas terroristas sionistas. Los aldeanos fueron levantados de cama y forzados a abandonar sus hogares, nada más que con lo puesto, convirtiéndolos en refugiados durante los 61 años siguientes. Esa es la historia de Sderot.

Nunca es un buen comienzo mezclar a su tirano con las víctimas, pero todavía hay espacio para una reactivación de apasionado optimismo. Sólo si usted decide abordar de modo justo la cuestión de los 6 millones de refugiados palestinos y el fin de la ocupación de las tierras palestinas, incluida Jerusalén, podrá ser usted capaz de iniciar una nueva relación con el mundo islámico.

* Mousa Abu Marzuk es subdirector de la oficina política de Hamas

The Guardian, jueves 22 enero 2009. Traducido por http://www.medioscomunitarios.org