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LOS PROBLEMAS DE LA CULTURA, LA AUTODETERMINACION Y EL SOCIALISMO



J.Posadas
Agosto 4 de 1977

A los militares de Etiopía les falta iniciativa política para negociar, tanto con Eritrea como con Somalia, en el conflicto con Ogaden. Tanto Somalia como Eritrea quieren un Ogaden socialista, teniendo en cuenta que el núcleo burgués está en minoría. Al gobierno de Etiopía le faltó iniciativa para negociar con ambos.

Somalia quiere retomar para sí a Ogaden, pero después esto va a repercutir en un conflicto interno. Si vuelve a Somalia, Ogaden se incorpora a un Estado obrero, pero al mismo tiempo, esto implica un esfuerzo y una lucha que facilita en parte la intervención de los yanquis. La facilita, porque impide la concentración y la centralización y de este modo, estimula la división de intereses y hace que los yanquis tengan entrada; en consecuencia, las tendencias conservadoras salen favorecidas. A los dirigentes etíopes les faltó iniciativa para comprender esto.

Al mismo tiempo, hay una crisis muy grande en Somalia, porque hay tendencias aislacionistas que tienen interés de país y no en la construcción del socialismo; en poco tiempo más, todo esto va a salir a la superficie, facilitando así las divergencias internas. Siad Barre imponía una política que prohibía hablar libremente e iba dirigida contra las tendencias que quieren avanzar. Su planteamiento respecto a Ogaden es una excusa estúpida; ya que buscar la expansión de Somalia a través de un conflicto con Etiopía, la cuál se ve claramente que está más a la izquierda, indica que se trata de sectores nacionalistas mediocres, no revolucionarios.

Hay una carencia de programa, de bases marxistas para comprender los problemas; porque se agarran todavía a una formación burguesa, siguen la línea política de la izquierda de la burguesía. Y si bien no toda la responsabilidad es de ellos, tampoco dejan de tenerla; y no han de echar la culpa a los estalinistas -que no educaron-, porque nadie les impidió educarse. Se demuestra la limitación de estos sectores que son nacionalistas mediocres, y que buscan en los obreros el apoyo para sus fines nacionales; y al mismo tiempo, se demuestra la superioridad de Cuba frente a todo esto. Cuba, habiendo empezado -a la inversa- tratando de sanear al capitalismo, termina yendo a liberar a África; lo cuál indica que hay una buena base marxista en Cuba, no desarrollada ni conscientemente aplicada, pero hay una base marxista. Porque la función que están realizando, les da la base para comprender.

En cambio, estos sectores nacionalistas somalíes hablan mucho de marxismo pero se quedan en eso; son direcciones muy atrasadas y de otra etapa, que siguen aplicando el nacionalismo junto con las estatizaciones en la economía. El fondo de todas las medidas que está tomando Somalia está determinado por el interés nacionalista, no burgués pero tampoco revolucionario; sino, hubieran ofrecido un acuerdo a Etiopía.

En Somalia no hay vida política ni sindical. Lo principal de la economía está estatizado, con direcciones que aún teniendo concepciones burguesas sienten que para desarrollar la economía deben estatizar; pero al mismo tiempo, para impedir que esto se generalice en beneficio de toda la población, hay un aparato de tipo estaliniano.

No hay vida ni discusión sindical, ni discusión política; pero hay una elevación en la situación de la población ya que si bien los sindicatos no tienen una función como tales, se ocupan de construir viviendas, de enseñar a leer y escribir.

Esto indica las contradicciones de una revolución cuya dirección es muy insegura; que tiene que avanzar en el desarrollo de órganos que son imprescindibles para guiar a la gente a una comprensión universal de qué, el problema no es Somalia sino que se trata de una cuestión mundial; lo cuál a su vez, va contra el nacionalismo que quieren realizar los dirigentes.

Por eso es interesante observar que en Etiopía, a los tres meses de la revolución vendieron 90.000 libros de Marx; y que los instructores políticos del ejército, son estudiantes etíopes que llevaban diez años viviendo en Cuba.
Toda esta zona, geográficamente es abrupta, montañosa y selvática (tiene toda clase de animales); también tiene zonas muy ricas por la vegetación, y hay muchas minas.

Sobre todo hay una zona estratégica de comunicación con el mar y de apertura para el resto de África. A través de Etiopía hay comunicación con el resto de África; y por ejemplo, Ogaden que da al Mar Rojo es fundamental. Toda esta zona antes estaba unida pero con lenguas e intereses diferentes, no fue nunca un país realmente unido; por ello, hay movimientos que reivindican la cultura de cada lugar, pero ¿qué cultura?: no tienen ninguna tradición cultural consistente. Su cultura está en la forma de hablar, no han incorporado nada a la civilización, a la vida, a la técnica, a la economía; no tienen sentido sus reivindicaciones de tradiciones culturales, son tradiciones de tribu, de nómadas. A los etíopes les falta iniciativa para plantearlo de este modo: “ni ustedes ni nosotros, tenemos ninguna tradición cultural”. Sólo tienen una religión creada para unos pocos, nada más.

No hay una cuestión de cultura o de civilización; como tampoco lo hubo en la mayoría de los problemas de razas en la Unión Soviética. Era en realidad un problema social que se mantenía aparcado por la inercia del Zar, que de este modo impedía que se desarrollaran y así continuaba dominando. Por tanto, sólo se trata realmente de cuestiones de cultura, de civilización, de lenguas, de tradiciones, cuándo están relacionadas con el progreso o con la vida de la humanidad.

Los soviéticos deben participar en esta línea, porque son los problemas a plantear sobre la autodeterminación hoy día. No hay objetivamente un problema de autodeterminación, existe todavía por atraso; por ejemplo, Ogaden pide la autodeterminación y carece de base real. En la época de Lenin hubo la primera experiencia y la resolvieron bien; inclusive habían resuelto darles una república a los anarquistas, para mostrarles que era imposible hacer lo que querían.

La Unión Soviética no tiene tampoco la iniciativa para decirles a los etíopes que planteen a los demás movimientos una solución de tal o cuál manera. Estos son los problemas que se van a ir extendiendo y ampliando en toda África. ¿Qué es eso de la tradición de Dgibuti?, si Dgibuti fue un invento de los portugueses. “Queremos mantener nuestra tradición” -dicen-, ¿cuál es?: no se sabe; originariamente estuvieron los portugueses y luego los franceses utilizando sobre todo a Dgibuti como un puerto militar.

Los Estados obreros deben dar iniciativa cultural histórica; respetando las tradiciones pero elevando al mismo tiempo la comprensión, de que cualquiera de estos países, si quedan aislados se acaban. En cambio, pueden desarrollar por ej. la lengua, y entonces hallarán la necesidad de hablar en otra lengua. Sucede como con las lenguas quechua o aymará en Bolivia: nosotros planteamos (en 1946) que los indígenas debían incorporarse a hablar la lengua española; y que el desarrollo económico y social llevaría a que ellos vieran la necesidad de la lengua española; y, las lenguas quechua o aymará son unas lenguas muertas.

Si no hay vida cultural ni económica anterior, ¿qué tienen para reivindicar?: quedan sujetos a la vida de “pedazo de tierra” que ha hecho el sistema de propiedad privada; y ellos, ¿quieren respetar eso?. En cambio, deben decir: el respeto a la cultura, a la tradición, ¿para qué? ¿cuál es la importancia de nuestra cultura y tradición, qué aporte a la vida?; “son costumbres de la vida” -dicen-. Sí, pero atrasadas; ”costumbres de la vida”, pero no tienen inconveniente en usar un automóvil, ya sea de los yanquis o de los soviéticos; “costumbres de la vida”, pero no tienen inconveniente en usar un aparato, con el cuál apretando un botón hacen la comida. Entonces, ¿por qué en eso no se quedan con sus costumbres?.

Todo esto muestra que falta una preparación cultural de la dirección del Estado obrero. Cuba debió haber hecho esto y al mismo tiempo intervenir como lo están haciendo.

Nosotros respetamos todo, si hay unas pocas personas que desean mantener la tradición, que lo hagan; pero al mismo tiempo demostramos por medio de la relación cultural, que ellos usan las cosas, comen, viven y duermen, no de acuerdo a su tradición sino al progreso, que es una superación de su tradición. No es que hayan eliminado su tradición, sino que ésta ha sido superada en el Estado obrero.

Hay que intervenir mucho dando ideas, por ejemplo que el proletariado realice una tarea con los campesinos; pero la base esencial no es el proletariado como grupo, sino el programa y la política del Estado obrero. En la URSS el problema de las nacionalidades se discutió del todo y, la nueva Constitución es un progreso muy grande porque se supera el problema de las nacionalidades en la Unión Soviética. ¿Qué país capitalista ha conseguido eso?. El sistema capitalista hizo artificialmente a Ogaden, dónde como medios naturales sólo hay unos cuantos animales salvajes; mientras que, el Estado obrero resuelve la cuestión de las nacionalidades.

En la Unión Soviética, aunque un poco burocráticamente, todos son soviéticos y las diversas nacionalidades se han concentrado en una forma superior de relaciones sociales, humanas; que es el Estado Obrero Soviético. La burocracia no discute todo esto porque no tiene iniciativa, aunque pronto la va a tener; porque cuándo se llega a la altura de publicar un libro diciendo que hay que volver a los siete primeros años de la Unión Soviética, es que ya están las condiciones para intervenir en forma más elevada.

El problema de la autodeterminación o él de las lenguas, tiene su base en el sistema de propiedad. El Estado obrero no ha contribuido sino lejanamente, no solucionándolo en la forma científicamente mejor para que puede influir al mundo -Norteamérica incluida-; pero lo está solucionando. En cambio en estos lugares y países no hay más referencia que el sistema de propiedad de la tierra y del lugar; es todavía como un refugio en que se amparan, porque tienen miedo del porvenir y del progreso; y en consecuencia se sujetan y enredan en eso. Ese es el fondo histórico de la cuestión, sino, ellos verían los progresos de la economía y de las relaciones sociales que hay en el mundo representados a través de los Estados obreros; y resolverían en unificarse, terminando con las diferenciaciones basadas en las lenguas o en la tradición. Por ejemplo Ogaden, ¿qué diferenciación cultural tiene?; no ha contribuido en nada.

Son todos éstos, los problemas de esta etapa que se mezclan con la guerra atómica; antes de comenzar la guerra atómica ya están estos problemas en marcha y mañana se van a presentar todos de golpe. Véase por ejemplo a los vietnamitas. Uno de sus progresos mayores y que antes de la terminación de la guerra nosotros hemos planteado, es la unificación de Vietnam, Laos y Camboya; volver a su origen, en el sentido de que tienen la misma procedencia y, costumbres, lenguas y relaciones muy comunes, ya anteriormente. Pero eso no significa unificarse prepotentemente, sino hacer una federación mediante la unificación de los tres países, con su fuerza y su capacidad y basándose en el ejemplo del Estado obrero; entre ellos, del Estado obrero Chino.¡He ahí una organización para avanzar¡. La dirección de la Unión Soviética no ha dicho nada sobre todo esto, y los vietnamitas se han preocupado mucho más que ellos.

Estos son los problemas que hay que vivir actualmente. Cuándo se publica un libro en el cuál se dice que en la URSS hay una tendencia que quiere volver a los siete primeros años de la Unión Soviética, es porque ya están planteados estos problemas en la preocupación general. Porque esta concepción no surge de un análisis concreto de la etapa actual, sino de una visión del mundo y del futuro; sobre todo, del pasado para ver el futuro.

Hay una ausencia de conclusiones programáticas sobre todos estos problemas. La Unión Soviética resolvió la cuestión de las nacionalidades porque centralizó la economía, la dirección del gobierno y, de esta manera educó a la gente sobre que ésta es la base de todos los demás movimientos de la vida. Que el movimiento de la mente, el pensamiento, es un reflejo y una expresión del movimiento de la vida; pero, al mismo tiempo, la mente está antes que la vida, porque ésta no puede prever lo que viene mañana, en cambio el pensamiento sí.

La dirección soviética no expresa esto. Fue el programa él que demostró que no se puede seguir viviendo en el pasado. ¿Qué da el pasado?: una forma de producción, de relaciones, que implican ausencia de ciencia, de arte y de cultura; y sobre todo, la ausencia de democracia soviética. Si en la Unión Soviética se realiza la democracia de los siete primeros años, la guerra atómica no se impide, pero se elimina el 60% de las muertes que va a haber; porque ayuda al pueblo norteamericano a atarles las manos a los asesinos de allí. Esto resuelve ya la base esencial de los problemas de la democracia, que la presentan como el derecho a hablar. No, el problema de la democracia es la obligación de pensar para desarrollar la economía, la cultura y la sociedad. Esa es la democracia primitiva de los griegos.

La base esencial del Estado obrero es su autoridad política; y para ello, ha de tener la base teórica y programática y desenvolverla constantemente. No renovándola, porque la base teórica y programática no se renueva, se extiende; si no, es falso.

J. POSADAS

Agosto 4 de 1977
http://www.quatrieme-internationale-posadiste.org/archive/espagnol/otrostxtdocs/losProblemasDeLaCaultura